IN GOD WE TRUST versus MINING ON MY OWN
Hace unos días asistí a una conferencia sobre la economía del bitcoin presentada por Javier Martí de Bitcoin Global Investments para ver si aprendía algo sobre esta criptodivisa.
La presentación empezó explicando la breve historia del bitcoin desde su creación por un misterioso personaje llamado Satoshi Nakamoto en el año 2009 y su crecimiento exponencial de valor desde los 0,008 USD iniciales hasta los 600 USD de la actualidad y, según el Sr. Martí, con un potencial de crecimiento de varios dígitos, por lo que en su opinión ahora sería un estupendo momento para comprar bitcoins.
Siguiendo con las opiniones del Sr. Martí, el mundo ha entrado en una espiral de deflación imparable y se avecinan tiempos complejos. Si no recuerdo mal, la diapositiva explicativa al respecto mostraba un triste futuro que nos traerá:
- Caos, revolución, conflictos sociales
- Desempleo, inflación, deflación
- Disminución de los ingresos de las naciones
- Aumento de impuestos
- Pérdida de la red de asistencia social
- Colapso bancario
- Populismo, proteccionismo
En este panorama tan desolador el bitcoin se convertirá en un valor refugio, de modo que el público y los inversores invertirán en bitcoins y surgirá una economía paralela imparable en la que personas de todas las razas, naciones y credos comerciarán con bitcoins.
No tengo ningún deseo de que se cumpla este futuro apocalíptico y tampoco tengo una bola de cristal para saber si el bitcoin será solo una burbuja especulativa, una gran estafa piramidal o si estará aquí para quedarse y llegará a sustituir a la moneda como nosotros la conocemos. Personalmente no invertiré ni recomendaría a nadie que ponga sus ahorros en bitcoins aunque me parece estupendo que cada uno se gaste sus dineros en lo que más gusto le dé.
Sin embargo, a pesar de mi poca fe en el bitcoin, estaré encantado en ayudar a empresas intermediarias de bitcoins a traducir sus páginas web y sus chiringuitos online de compra y venta de bitcoins, para que personas o instituciones de todo el mundo puedan comerciar alegremente con la moneda criptográfica virtual en todos los idiomas.
Nosotros, por si acaso, de momento seguiremos cobrando por nuestros servicios lingüísticos en monedas tradicionales y pagando a nuestros proveedores de la misma manera.