El efecto pijama en los tiempos del coronavirus

23.06.20 01:23 PM Por eloy

El efecto pijama en los tiempos del coronavirus

Photo by Tina Witherspoon on Unsplash

Recuerdo con cierta nostalgia mis comienzos en la localización de software para IBM. En aquellos tiempos las pantallas eran verdes y las líneas de comunicaciones que nos conectaban con el mainframe costaban un potosí.  En aquellos tiempos, a finales del siglo pasado, los traductores trabajábamos juntos en la misma sala y una vez terminada la jornada laboral podíamos pasar de trabajar codo con codo a empinarlo en los bares cercanos. ¡Éramos jóvenes! 


Todo aquello terminó y la gran mayoría de traductores profesionales y muchos jefes de proyecto trabajan hoy en día desde su oficina en casa, en bata o en pijama. Esto, claro está, tiene muchas ventajas y algún que otro inconveniente. 


En relación a este tema, asistí hace un tiempo a una interesante conferencia virtual de la Doctora Bobbe Baggio titulada "The Payama Effect - Skills for Succeeding in the Virtual Workplace". 


La conferencia empezó presentando los números de la fuerza de trabajo virtual y su crecimiento imparable por razones económicas (ahorro de tiempo y de costes de desplazamiento para el teletrabajador y ahorro de costes para las empresas). Seguidamente pasó a explicar por qué algunos teletrabajadores consiguen compaginar la vida laboral con la vida personal y ser mucho más productivos que antes y en cambio otros no consiguen adaptarse a su nueva situación. 


En estas circunstancias, para tener éxito, el trabajador virtual debe tener cinco capacidades, que la Sra. Baggio define como "respond -abilities". Estas cinco capacidades serían: 

  1. Actuar con autonomía 
  2. Establecer prioridades y cumplirlas 
  3. Ser auténticamente productivos 
  4. Tomar decisiones responsables 
  5. Alinear las conexiones


La presentación también explicó el tipo de dirección adecuado para los trabajadores virtuales. Es obvio que en este caso el control presencial tiene muy poco sentido y que debe aplicarse una dirección por objetivos. Pero tan importante como esto es dejar claras las expectativas del teletrabajador, establecer los límites, realizar reuniones periódicas y humanizar a estas personas. 


La presentación concluyó explicando que el teletrabajo está aquí para quedarse y que el siglo XX no va a volver. Así que si usted es un jefe de trabajadores virtuales, haría bien en entender que estamos en una nueva era y que la responsabilidad de las empresas y de los jefes es acompañar a los trabajadores virtuales para que tengan éxito. Este éxito se mide por la productividad y la calidad y no por las horas pasadas delante de la pantalla.

eloy